El asbesto es una sustancia mineral de origen natural que puede estirarse hasta adquirir una consistencia esponjosa. Las fibras de asbesto son suaves y flexibles, pero resistentes al calor, la electricidad y la corrosión química. El asbesto puro es un aislante eficaz, y también puede mezclarse con tela, papel, cemento, plástico y otros materiales para hacerlos más resistentes.
- Fuente: Asbestos.com
Los asbestos comprenden un conjunto de seis minerales fibrosos de origen natural con seis subclasificaciones principales
Debido a sus características de adaptación y resistencia al fuego, el asbesto se utiliza en una gran variedad de productos manufacturados, entre ellos:
Materiales de construcción
Aunque es un material muy utilizado, supone graves implicaciones para la salud y DEBE manipularse con extrema precaución. Los intentos inadecuados de retirar materiales que contienen asbestos pueden liberar fibras de asbesto al aire, lo que aumenta los niveles de este mineral y pone en peligro a las personas que viven o trabajan en la zona expuesta.
Cuando se trata de la toma de muestras de asbesto, la manipulación de volúmenes tan elevados de partículas de asbesto entraña grandes riesgos para la salud. Los estudios, realizados por la OSHA (la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos) y otras entidades gubernamentales relacionadas con la salud, han demostrado que el asbesto puede aumentar el riesgo de padecer algunos tipos de enfermedades respiratorias e incluso cáncer.
Cuando se inhalan las fibras de asbesto presentes en el aire, algunas de estas fibras pueden alcanzar los extremos de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones o penetrar en el revestimiento exterior del pulmón y la pared torácica. Si eso ocurre, las fibras pueden irritar las células del pulmón y acabar provocando cáncer de pulmón o mesotelioma. La mayoría de los casos de cáncer de pulmón se producen 15 o más años después de la exposición inicial al asbesto. En el caso del mesotelioma, transcurren hasta 30 años o más entre la exposición inicial y los síntomas agudos del mesotelioma.
La enfermedad pulmonar conocida como asbestosis es uno de los riesgos más comunes para la salud como consecuencia de la exposición al asbesto. La asbestosis, una enfermedad pulmonar crónica, se desarrolla después de que una persona respira altos niveles de asbesto a lo largo del tiempo y algunas de las fibras se incrustan profundamente en los pulmones. En la mayoría de los casos, la irritación causada por estas fibras termina provocando cicatrices pulmonares y, aunque algunas personas pueden no presentar síntomas graves, otras pueden quedar gravemente discapacitadas por problemas respiratorios y pulmonares.
En el pasado, el uso del asbesto estaba muy extendido y se utilizaba como un aislante rentable y, aunque ahora está muy regulado, todavía se encuentra asbesto en edificios, casas y materiales antiguos.
Dado que las partículas de asbesto son invisibles para el ojo humano, muchas autoridades reguladoras exigen que se realicen pruebas de muestras antes de efectuar renovaciones, demoliciones o cualquier otro tipo de alteración en una estructura.
Además, las Normas Nacionales de Emisión de Contaminantes Atmosféricos Peligrosos de los Estados Unidos (NESHAP) exigen que el propietario o el operador de un edificio notifique a las agencias estatales apropiadas antes de cualquier demolición o antes de cualquier renovación de edificios que pudieran contener una cierta cantidad umbral de asbesto o material que lo contenga.